domingo, 15 de abril de 2012

Done it's better than perfect


Desde hace varios años, mi asombrosa facilidad para suscribirme a todo tipo de newsletters ha ido en aumento. Inexplicablemente, he desarrollado una especie de síndrome de Diógenes digital que hace que mi bandeja de entrada pueda confundirse fácilmente con un spam de lo más variado y surtidito. Todos los días, al abrir el correo, realizo el mismo ritual mecánicamente: eliminar una a una todas estas newsletters sin las que un día pensé que no podría vivir. Si me levanto generosa y el primer café de la mañana me ha sentado bien, decido darles un oportunidad antes de pulsar el botón de eliminar.  Y así, sepultada entre ofertas de oulets varios y tratamientos de belleza, me encontré esta entrevista con el talentoso Ben Barry. 5 minutos de atenta lectura y una pequeña, pero enorme, reflexión: Done it's better than perfect. O lo que viene siendo, no hay que dejar de hacer cosas porque no sean perfectas. 

¿Podría tener así, sin más, ante mis narices la solución a mi gran problema existencial? ¿Podría una pequeña frase aliviar tanto sufrimiento en vano? Y es que trabajando en el mundo de la creatividad, el miedo a no llegar a la altura de las expectativas hace que nos frustremos comparándonos con todo ese talento que anda suelto y nos olvidemos de hacer cosas... ¿para qué hacerlo, si no es lo suficientemente bueno? Una reflexión que, seamos francos, nunca me ha llevado a ningún puerto... ¿quizás esa newsletter me avisaba de que era el momento de cambiar de rumbo?. Así que decidí probar y adoptar esta sentencia como mi nuevo mantra vital. Nada de guardarse pensamientos para que acumulen polvo y frustración, nada de esperar al momento idóneo, que parece no llegar nunca, nada de procrastinar... Llego la hora de dar salida y forma a ese proyecto que siempre surge con un "y si...", "deberíamos...", "teníamos que..." y que nunca parece arrancar.

Y con esta nueva filosofía, nace este blog. Porque hay que tener ganas de hacer, de hablar, de aprender y sobre todo, de contar. Señoras y señores, con todos ustedes: Le petit marché. Un pequeño mercadillo de todo aquello que nos inspira, nos hace suspirar y nos hace tener ganas de crear. Encantadas. Comienza el viaje.